miércoles, 2 de diciembre de 2009



Largo fue el recorrido para culminar en la renuncia a la militancia de la Concertación Democrática. Aquellos socialistas se sienten orgullosos, y por sus poros derraman alivio ante la renuncia de un proyecto neoliberal. La expiación de los pecados estaría próxima al no ser lacayos del empresariado nacional e internacional, y esto transformará sus pasadas noches de insomnio en una plácida melodía de reivindicaciones revolucionarias. Sin embargo, tarde se sumaron al proyecto de Arrate; y éste, desde una orientación moralista, culminó una derrota al no llamar a una renuncia masiva, y no encarnar su única posibilidad de avanzar: la unificación de la izquierda bajo la libertad partidaria por fuera de la Concertación Democrática. La construcción de un bloque que supere los mezquinos intereses de la dirigencia Comunista. Podríamos decir que la turbulenta juventud les renació, y por sus venas, al fin, corre la sangre latina que necesita el planeta, roja, furiosa y adolescente. Lo notable son las definiciones: socialista, no-socialdemócratas, anti-capitalistas, anti-imperialistas, latinoamericanistas, buscadores de la unidad de los trabajadores y de la izquierda. Quieren construir un proyecto nacional amplio, socialista y revolucionario, moderno y plural. Son los chasquis chavistas que llegaron hasta el fin del mundo. El comandante se hace presente hasta en el Chile del trabajo precario, de la educación de mercado y de la miseria represiva y totalitaria, con estos autodenominados verdaderos socialistas. Para Escalona son 1700 "fracasados". Bueno, generalmente los marxistas somos medios fracasados, hoy por hoy. Lo bueno es que hay alternativas internacionalistas que emprender. Luego de tres décadas Salvador Allende renació, cual Cristo, de entre los muertos.

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