Sobre la falta del imperio se alza el hambre huracanada, que impulsa la vida sin rezos. Atrás quedarán los incautos momentos, en que doctrinas y pasillos opacaron el canto de nuestra carne.
Porque ni izquierdistas ni izquierdismos, ni comunistas ni comunismos, que marxismos o reformismos, todos le dan la espalda, a ese pueblo que avanza sin importan quien está en manda.
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